En su primera exposición en la Galería Blanca Soto de Madrid, Blanca Soto nos muestra dos vertientes de su trabajo fotográfico.
Una, a modo de trabajo documental que es la unión de fragmentos e imágenes, que ofrecen información visual de una realidad donde encontramos la búsqueda de valores, de la cultura popular, historias que evidencian y desnudan la memoria de diferentes países.
La otra, fotografías en movimiento, con una carga personal, a las que ella se refiere como un viaje interior, una forma de expresar quien eres.
A nivel técnico, estas fotografías, las realiza únicamente en su faceta de actriz a modo de presentación de sus diferentes registros.
El cine y la fotografía en movimiento van de la mano y pueden tener un punto dramático, estas fotografías muestran claramente esa intensidad.