Lectoras; “proyecto de retrato clásico desde un punto de vista histórico”. Lo histórico visto desde la recreación del tiempo, partiendo del pasado como modelo de inspiración, adaptándolo al presente, como forma de interpretación.

 

Paula Anta (1977) toma la influencia de la pintura holandesa del siglo XVII para realizar esta serie de fotografías que rescatan a la mujer lectora como protagonista. Formalmente se apoya en el uso de la luz como uno de los elementos principales de la composición. Como ya hicieron De la Tour, Godfried Schalcken, Rembrandt o Terborch crea fuertes contrastes y claroscuros que dibujan el rostro de una mujer que aparece desde las sombras concentrada en su lectura. Nos presenta un momento completamente íntimo en el que la importancia del mismo radica en la acción de la lectura. El segundo elemento a tener en cuenta es el color, si la retratística del XVII se apoyaba en la gama de marrones, ocres, grises y amarillos que posteriormente sería conocida como “Paleta Española”, Paula ofrece una revisión oscureciendo los tonos y creando un violento contraste más frío, que dota a la escena de un carácter más privado.

 

Con esta serie Paula Anta recupera no sólo los elementos formales del lenguaje pictórico del siglo XVII, sino que rescata un género concreto. Los retratos de mujeres lectoras surgieron a partir del siglo XVII y se extendieron hasta el siglo XIX. Eran cuadros sencillos en los que aparecían mujeres, generalmente burguesas, enfrascadas en la lectura o el estudio. Como hemos dicho anteriormente, lo importante de estas escenas era la acción en sí, tanto que hasta Madame de Pompadour (Marquesa y amante de Luis XV) se mandó retratar de este modo. Son cuadros que también reflejan el importante contenido de los libros en las expresiones de sus lectoras y en la emoción que reflejan sus ojos.

 

En la serie Lectoras encontramos un recuerdo de este género pictórico y además una visión contemporánea del mismo. Los ojos de las lectoras no brillan ahora por la luz de una vela, sino por el reflejo de un libro electrónico o la pantalla de un ordenador portátil, formatos que hoy día están sustituyendo al papel a una velocidad de vértigo. Con ello Paula Anta quiere reflejar la actualidad donde vivimos iluminados por la tecnología de lo efímero y perseguidos por la lectura de lo inmediato; por tanto el momento ha perdido algo de calidez, pues ahora estamos dominados por unas luces más frías. Y también hemos obtenido la posibilidad de leer mientras nos desplazamos gracias a los dispositivos móviles, perdiendo así ese momento íntimo de recogimiento.

 

Paula concluye que la lectura es ahora un camino y nos pregunta: ¿Interpretamos nuestra naturaleza?